¿Qué se puede conseguir en un proceso de reestructuración empresarial?

¿Qué se puede conseguir en un proceso de reestructuración empresarial?

La reestructuración empresarial es el proceso de organizar las actividades comerciales de la empresa en su conjunto para lograr actividades predeterminadas. Es un proceso de rediseño de uno o más aspectos. La reorganización empresarial es un proceso de reactivación de la empresa mediante cambios. En definitiva, un plan de este tipo está diseñado para volver a encarrilar la empresa y hacerla rentable.

Esta puede ser de dos tipos diferentes: orgánica o inorgánica. La reestructuración orgánica implica el crecimiento de la empresa a través de estrategias internas como la emisión de acciones. La reestructuración inorgánica es una estrategia externa, como la fusión, la fusión por absorción, etc.

Ventajas de la reestructuración empresarial:

  • Ayuda a la empresa a desarrollar sus competencias básicas.
  • Ayuda a acceder a una mejor tecnología.
  • Ayuda a aumentar el valor para los accionistas.
  • Ayuda a cambiar la estrategia financiera, esta estrategia ayuda a la empresa a reducir la carga financiera.
  • Ayuda a mejorar la escala económica.
  • Ayuda a ser competitiva a nivel mundial. Mejora la posición competitiva de cada empresa y maximiza su contribución.

Motivo de la reestructuración empresarial:

Como la reorganización empresarial es un concepto amplio, tiene motivos financieros y de otro tipo. A continuación se enumeran algunos de estos motivos:

  • Reducir el riesgo
  • Obtener beneficios fiscales
  • Revivir una empresa enferma
  • Ampliar las capacidades de marketing y gestión
  • Aumentar la eficacia operativa
  • Mejorar el acceso al mercado financiero
  • Proporcionar beneficios sinérgicos.

Tipos de reestructuración empresarial:

Cuando hablamos de reestructuración empresarial podemos referirnos a nivel organizativo o a nivel financiero. Os explicamos ambos casos:

Reestructuración financiera:

La reorganización financiera es un proceso de reorganización de la estructura financiera. También ayuda a la empresa a revivir la situación de dificultades financieras sin entrar en liquidación. La reestructuración financiera puede ser obligatoria o voluntaria.

Hay dos componentes principales:

  • Reestructuración de la deuda: Es un proceso de reorganización de la estructura de la deuda. Se utiliza más a menudo como reestructuración financiera de una empresa que como reorganización de capital.
  • Reestructuración del capital: Es el proceso de reorganización del capital social. Incluye la reorganización del capital social de la empresa, así como de la reserva.

Reestructuración organizativa:

Esta reorganización supone un cambio en la estructura organizativa de una empresa, como la reducción de su nivel jerárquico, el rediseño de los puestos de trabajo y el cambio de las relaciones de subordinación, la mejora de los puestos de trabajo y la reducción de los representantes.

Aspectos a tener en cuenta para la reestructuración empresarial

Antes de comenzar con la reorganización se deben tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales para la empresa.

  • Valoración y financiación
  • Aspectos contables
  • Aspectos fiscales
  • Aspectos jurídicos y de procedimiento
  • Aspecto de competencia
  • Sinergias humanas y culturales, etc.

Razones del fracaso de la reestructuración empresarial:

Hasta ahora hemos visto los puntos positivos y las ventajas de una reorganización empresarial, pero en ocasiones esta puede ser fallida. Las principales razones para que la reorganización empresarial falle son:

  • Diferencias culturales y sociales
  • Diligencia debida incompleta e inadecuada
  • Integración mal gestionada
  • Sobrevaloración
  • Mala adecuación estratégica
  • Resistencia organizativa, etc.

Con una planificación adecuada y la diligencia debida, la empresa puede minimizar las posibilidades de fracaso de la reorganización empresarial y obtener las ventajas mencionadas.

Estrategias de reestructuración empresarial:

Llevar a cabo una reestructuración empresarial no es una tarea sencilla y existen diferentes formas de llevarla a cabo. A continuación os mostramos las formas más habituales de reorganización empresarial.

  • Fusión: La empresa es adquirida o absorbida por otra entidad empresarial o se combina con otra entidad empresarial o entidad existente para formar una nueva entidad.
  • Adquisición: La empresa adquirente, individualmente o junto con una persona que actúa en su nombre, adquiere los derechos de voto o el control de la gestión de la empresa objetivo.
  • Empresa conjunta: La empresa conjunta es un acuerdo entre dos o más entidades para lograr un objetivo empresarial específico. Se crea con un propósito específico y se disuelve una vez alcanzado el objetivo.
  • Desinversión: Desinversión significa vender o liquidar activos o filiales de una entidad corporativa.
  • Venta masiva: La entidad transfiere una o más empresas a cambio de una suma global sin asignar valor a los activos y pasivos individuales.

La reestructuración empresarial es voluntaria pero necesaria para eliminar la crisis financiera y mejorar el rendimiento de la empresa. El motivo de la reorganización empresarial es reducir el riesgo o los costes, aumentar la eficiencia y la rentabilidad. En cualquier caso, si tienes dudas, contacta con un profesional.

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