¿Tienes muchas deudas y necesitas ayuda para gestionarlas?
Para ello existe la quita de deuda, que te permitirá renegociar los términos y cantidad de la deuda.
Usar esté método puede implicar la eliminación total de la deuda (bancarrota); conseguir cambios en el tipo de interés o en el calendario de pagos para reducirlos; o persuadir a los acreedores para que acepten una cantidad inferior a la que se debe.
Sin embargo la quita de deuda no es siempre la opción más adecuada para todo el mundo.
Por ello es importante entender en qué consiste, así como sus ventajas e inconvenientes.
Tipos de quita de deuda
1. Planes de gestión de la deuda
Con estos planes, un asesor crediticio certificado revisará tus finanzas y desarrollará un plan para gestionar la deuda.
Generalmente se trata de un plan mensual en el que envías los pagos a la agencia de asesoramiento crediticio y negocian con los acreedores los plazos en los que realizarlos.
La agencia también puede negociar la eximición de ciertas comisiones o la bajada de tipos de interés.
Este plan de gestión requerirá pagos regulares y puntuales, dependiendo del volumen, durante varios años. También es posible que se acuerde con la agencia no utilizar ni solicitar ningún crédito adicional mientras estés pagando la deuda.
2. Programas de liquidación de deudas
Con este plan, la empresa trabajará en tu nombre para negociar con los acreedores y convencerles de que acepten una liquidación reducida de las deudas, en algunos casos de hasta el 60 o 70%.
Sin embargo esté método puede tener ciertas complicaciones.
Mientras el proceso de liquidación esté en marcha, la compañía de liquidación de deudas normalmente te dirá que dejes de hacer pagos a tus acreedores. Durante este tiempo, se seguirán acumulando los cargos por demora, las multas y los intereses, y tu puntuación de crédito puede verse afectada.
Incluso podrías acabar con más deudas de las que tenías al principio.
Las empresas de liquidación de deudas suelen cobrar altas comisiones por sus servicios, y el programa puede tardar hasta cuatro años en completarse.
El ahorro que puedas ganar en la liquidación de la deuda puede hacer que esos honorarios e inconvenientes compensen, pero debes tener en cuenta estos riesgos.
También existe la posibilidad de que la empresa de reducción de deudas no llegue a una negociación exitosa, aunque solo te cobrarán si el prcoeso ha llegado a un cauce exitoso.
3. Bancarrota
Si has agotado todas tus opciones, la opción de bancarrota puede ser un recurso a utilizar.
Cuando te declaras en quiebra, el tribunal revisará tu situación.
Si está de acuerdo en que no puedes pagar tu deuda, emitirá una orden judicial de cancelación de la deuda. Eso significa que ya no deberás dinero de tus tarjetas de crédito, facturas médicas o préstamos personales.
Dado que la deuda se cancela, toda la actividad de cobro de deudas se detiene.
No recibirás más llamadas telefónicas ni cartas de acoso por correo, y los cobradores no podrán embargarte el sueldo.
Sin embargo, la quiebra tiene graves consecuencias.
La información sobre la quiebra puede permanecer en tu informe crediticio hasta 10 años y puede dificultar la obtención de crédito, la compra de una vivienda o incluso la obtención de un seguro de vida.
Además, el proceso de quiebra puede ser caro.
Tendrás que pagar las tasas judiciales y, si contratas a un abogado, sus honorarios pueden ser altos.
En Nopal te podemos ayudar a gestionar tus deudas.
Contacta con nosotros llamando al 876 01 28 60 o enviándonos un formulario en la sección de contacto.
¿Cuándo no recurrir a la quita de deuda?
Si has perdido tu trabajo o has pasado por una emergencia médica, la quita de deuda puede ser increíblemente útil y darte el respiro que necesitas. Sin embargo, no es apropiado para todos los casos.
Antes de recurrir a una de estas opciones comentadas ten en cuenta lo siguiente:
- Contacta con los acreedores: ponte en contacto directamente con ellos y explícales tu situación, diciendo lo que puedes pagar y el tipo de ayuda que necesitas.
- Puedes pagar tu deuda en un plazo de cinco años.
- Puedes optar a la consolidación de deudas: Si tiene deudas, pero sigues teniendo buen crédito, puede hacer frente a tus saldos con la consolidación de deudas.